El Ejército ruso continuó hoy con bombardeos en Ucrania en preparación de una ofensiva en el este del país que podría ser «decisiva» para una guerra que dejó hasta el momento miles de muertos, una gran destrucción y a Rusia mayormente aislada a nivel internacional.
Más civiles huyen de partes del este del país antes de la esperada ofensiva rusa, mientras rescatistas siguen en la búsqueda de sobrevivientes en localidades cercanas a la norteña Kiev, la capital, de donde tropas rusas se retiraron recientemente.
Luego de abandonar sus casas, muchos ucranianos huyen al extranjero, y el organismo de la ONU para los refugiados estimó hoy que la cifra de personas que escaparon de Ucrania por la guerra alcanzó ya los 4,5 millones.
En el Vaticano, en tanto, el papa Francisco afirmó que en la guerra de Ucrania se vuelve a crucificar a Cristo y pidió una «tregua de Pascua» para iniciar verdaderas negociaciones y «llegar a la paz», al celebrar una multitudinaria misa de Domingo de Ramos.
Por su parte, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, sostuvo que su país se prepara «para batallas importantes, que algunos dicen que serán decisivas, en el este del país».
«Estamos listos para combatir y, paralelamente, buscar terminar esta guerra mediante la diplomacia», agregó, en referencia a negociaciones de paz en curso con Moscú, al recibir en Kiev al canciller de Austria, Karl Nehammer.
La visita de Nehammer debe servir «para poner fin al infierno humanitario en Ucrania», aseveró el ministro austríaco de Relaciones Exteriores, Alexander Schallenberg, antes de una reunión con sus homólogos de la Unión Europea en Luxemburgo, reportó la agencia de noticias AFP.
Ucrania acusó a Rusia de haber cometido crímenes de guerra contra miles de civiles durante su invasión, incluyendo bombardeos a hospitales, un ataque con misil que mató a 52 personas en una estación de trenes hace dos días y asesinatos de residentes de localidades cercanas a Kiev que estuvieron ocupadas por las fuerzas rusas.
En contrapartida, el Gobierno ruso del presidente Vladímir Putin negó todas las acusaciones.
Estados Unidos y otras potencias impusieron severas sanciones a Rusia que jaquearon su economía, y la Asamblea General de la ONU votó la semana pasada suspender a Rusia del Consejo de Derechos Humanos de la organización.
Zelenski afirmó por Twitter que habló por teléfono con el jefe de Gobierno alemán, el canciller federal Olaf Scholz, y que ambos estuvieron de acuerdo en la necesidad de identificar a los autores de crímenes de guerra y llevarlos ante la Justicia.
«Enfatizamos que todos los perpetradores de crímenes de guerra deben ser identificados y castigados», escribió el mandatario.
La fiscal general de Ucrania, Irina Venediktova, manifestó al canal de noticias británico Sky News que Rusia «cometió crímenes de guerra en toda Ucrania».
«En total hay 1.222 muertes solo en la región de Kiev. Por supuesto, lo que hemos visto sobre el terreno en todas las regiones de Ucrania son crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y haremos todo lo posible para procesarlos», enfatizó.
Ucrania informó del hallazgo de una nueva fosa común con varias decenas de cuerpos de civiles ucranianos en la localidad de Buzova, en las afueras de Kiev, tras la retirada de las fuerzas rusas.
Esto se produjo poco más de una semana después del descubrimiento de fosas comunes y cuerpos de civiles al parecer ejecutados en Bucha, vecina de Kiev, tras la partida de las tropas rusas.
Ucrania calculó que al menos 360 civiles fueron asesinados por tropas rusas en Bucha, y que más de 15.000 personas se encuentran desaparecidas en todo el país.
Rusia, en tanto, reiteró que sus fuerzas no maltrataron a ningún civil en la zona de Kiev, capital de Ucrania .
El Ejército ruso se retiró de los alrededores de Kiev y otras zonas del norte de Ucrania a fines del mes pasado para abocarse, según admitió, a la «liberación» del Donbass, una región industrial del este ucraniano, que limita con el oeste de Rusia.
Desde 2014, separatistas del Donbass combaten al Ejército de Ucrania y controlan parte de las dos provincias que integran la región, Lugansk y Donetsk, en las que la mayoría de la población habla ruso. Más de 14.000 personas murieron en el conflicto, según la ONU.
La ofensiva final de Rusia en la región del Donbass «ya ha comenzado», afirmó Vadim Denisenko, asesor del ministerio del Interior de Ucrania, según recogió la agencia de noticias Ansa.
Más temprano, el portavoz oficial del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, anunció el derribo anoche de dos aviones de ataque a tierra Su-25 del ejército ucraniano en el noroeste de Ucrania.
«Las defensas antiaéreas de Rusia abatieron dos aviones ucranianos Su-25 cerca de Izium (noreste)», precisó el portavoz al presentar esta mañana el habitual balance de las operaciones bélicas en el territorio de Ucrania, consignó la agencia de noticias Sputnik.
Por su parte, Oleksi Arestovich, asesor de Zelenski, admitió en Youtube que «ahora es imposible militarmente» liberar Mariupol.
Las fuerzas ucranianas siguieron este fin de semana reforzando sus posiciones en el este, en torno a Donbass, una región que desde 2014 está controlada en parte por separatistas prorrusos.
«Según nuestras informaciones, el enemigo ha casi finalizado su preparación para un asalto en el este. El ataque empezará muy pronto», alertó hoy el portavoz del ministerio ucraniano de Defensa, Oleksandr Motuziani.
Tras revisar sus planes y retirar sus tropas de la región de Kiev y el norte de Ucrania, Moscú apunta ahora a la conquista total de Donbass.
Los analistas creen que Putin, enfrentado a la feroz resistencia ucraniana, quiere asegurar una victoria en esta región antes del desfile militar del 9 de mayo en la Plaza Roja, que marca la victoria soviética sobre los nazis.
«La batalla por el Donbass durará varios días, y durante estos días nuestras ciudades podrían quedar completamente destruidas», pronosticó por su parte en Facebook Serguei Gaidai, gobernador de la región de Lugansk, en el Donbass, llamando nuevamente a los civiles a abandonar la zona.
Más bombardeos de Rusia
Fuerzas rusas bombardearon la nororiental Járkov, la segunda ciudad más grande y poblada de Ucrania, y enviaron refuerzos a la de Izyum, ubicada más al sureste, en intentos de romper las defensas ucranianas, según revelaron las Fuerzas Armadas ucranianas.
Izyum se ubica en la provincia de Járkov, y por ella pasa una ruta que viene desde Francia y que, en Ucrania, une la ciudad de Járkov con la de Lugansk, capital de esa provincia, y que es esencial para cualquier ofensiva que Rusia quiera acometer en el Donbass.
El control de la ciudad, todavía disputado tras semanas de combates que la dejaron casi completamente destruida, supone el acceso a una vía de suministro directo entre el frente de Járkov y el del Donbass.
El Ejército ruso también continuó su ataque en Mariúpol, la sureña sureña ciudad portuaria del Donbass a orillas del mar de Azov, que estuvo sitiada por las fuerzas rusas desde hace casi un mes y medio, confirmaron las Fuerzas Armadas ucranianas en un comunicado.
Autoridades ucranianas dicen que esperan hallar más fosas comunes y evidencia de asesinatos de civiles en Mariúpol, una vez que tengan acceso a la ciudad.
En Moscú, el vocero del Ministerio de Defensa ruso general, Igor Konashenkov, sostuvo que se atacaron baterías de defensa aérea ucranianas en el sur y el este del país.
El portavoz aseguró que el Ejército usó misiles lanzados desde el aire para atacar los sistemas de misiles de defensa aérea S-300 en Starobohdanivka, en la sureña provincia de Mikolaiv, y en una base aérea en Chuhuiv, provincia de Járkov.
El general agregó que misiles de crucero lanzados desde el mar destruyeron el cuartel general de una unidad militar ucraniana cerca de Zvonetske, al sur de la ciudad de Dnipro.
Horas más tarde, las autoridades establecieron que los bombardeos rusos terminaron de destruir el ya dañado aeropuerto de Dnipro.
La batalla final
Una brigada de Marina ucraniana lanzó hoy un dramático mensaje en el que aseguró que espera librar en breve la «batalla final» frente a las fuerzas rusas en la devastada ciudad portuaria de Mariúpol, en el sureste del país, en condiciones muy desventajosas producto de la falta de ayuda que, lamentó, tuvo de parte «del mando del ejército y del presidente Zelenski».
«Hoy va a ser probablemente la batalla final ya que nuestras municiones se agotan (…) Esto implica la muerte para algunos de nosotros y el cautiverio para otros», escribió en su página de Facebook la 36º brigada de la Marina, que forma parte de las fuerzas armadas de Ucrania.
«Estamos desapareciendo poco a poco -agregó-. No sabemos qué pasará, pero les pedimos que se acuerden (de nosotros) con una palabra amable», pidió la brigada «a los ucranianos» en su texto, recogido por la agencia de noticias AFP.
Según la unidad, «durante más de un mes hemos estado luchando sin munición, sin comida, sin agua», haciendo «lo posible y lo imposible». Aproximadamente «la mitad» de la brigada está herida, según el comunicado.
«Durante más de 40 días de intensos combates, el enemigo nos ha hecho retroceder poco a poco (…), nos ha rodeado y ahora intenta destruirnos», finalizó el mensaje, que lamenta la falta de ayuda «del mando del ejército y del presidente Zelenski».
Zelenski cree que hay «decenas de miles» de muertos en Mariúpol
El presidente de Ucrania Zelenski señaló hoy que cree que hay «decenas de miles» de muertos en el asediado puerto de Mariúpol, en el sur del país, en una declaración ante el Parlamento de Corea del Sur en la que pidió ayuda militar.
En una comparecencia por video, Zelenski afirmó que Rusia «destruyó completamente la ciudad».
«Los rusos destruyeron totalmente Mariúpol y la quemaron hasta reducirla a cenizas. Al menos decenas de miles de ciudadanos de Mariúpol deben haber muerto», le confesó el mandatario ucraniano a los legisladores surcoreanos.
Zelenski afirmó que para Rusia, Mariúpol es un ejemplo más. «Señoras y señores, hemos visto muchas veces devastación de esta magnitud en el siglo XX», afirmó en un pedido de asistencia militar, desde aviones a tanques para «salvar las vidas de personas de a pie», reprodujo la agencia de noticias AFP.
Pocas horas antes, en una entrevista televisiva Zelenski advirtió que las tropas rusas «se trasladarán a operaciones aún más grandes en el este de nuestro estado», y reiteró «un férreo pedido de ayuda a Estados Unidos».
«A medida que la guerra se desplaza hacia el sur y el este, el destino de Ucrania depende de si Estados Unidos ayudará a igualar el aumento del armamento ruso», enfatizó el mandatario.
«Para ser honesto, si seremos capaces (de superar la ofensiva rusa) depende de esto», asumió. «Desafortunadamente, no tengo la confianza de que recibiremos todo lo que necesitamos», agregó.
Zelenski manifestó estar agradecido con su par de Estados Unidos, Joe Biden, por la ayuda militar estadounidense hasta la fecha, pero agregó que «hace mucho tiempo» envió una lista de artículos específicos que Ucrania necesitaba desesperadamente.
Corea del Sur, en tanto, entregó a Ucrania cerca de 1.000 millones de wons (800.000 dólares) de armamento no letal, como cascos y equipamientos médicos, indicó hoy el ministerio de Defensa a la agencia de noticias AFP.
«Pero recientemente negó un pedido de entrega de armamento antiaéreo, afirmando que este tipo de equipos impactaría su capacidad militar», añadió.
Debido a su situación de seguridad, la capacidad de Corea del Sur de entregar «sistemas de armamento letal a Ucrania está restringida, debido a que la Guerra de Corea terminó con cese el fuego, pero sin un tratado de paz y técnicamente la península sigue en conflicto».
Seúl es un aliado militar de Estados Unidos y ahí están destinados cerca de 28.500 tropas para ayudar al país a defenderse de su vecino del norte, que habitualmente realiza ejercicios nucleares, y que invadió el país en 1950.
Nueve corredores humanitarios se abrieron en Ucrania
Nueve corredores humanitarios se abrieron para permitir la evacuación de civiles de la ciudad ucraniana de Mariúpol, en el sur del país, una de las más castigadas por la invasión militar rusa, informó la viceprimera ministro de Ucrania Irina Vereschuk.
«El 11 de abril de 2022 fueron acordados nueve corredores humanitarios», escribió la funcionaria en su canal de Telegram.
Cerca de 3.000 personas fueron evacuadas gracias a corredores humanitarios en la jornada de ayer, recogió la agencia de noticias ucraniana Ukrinform.
Vereschuk precisó que se trata de corredores humanitarios de Mariúpol a Zaporiyia en vehículos privados; de Berdiansk, Tokmak y Energodar a Zaporiyia a bordo de vehículos privados, y del puesto de control de la ciudad de Vasilievka, donde los ómnibus enviados de Zaporiyia esperan el permiso de pase, reflejaron las agencias de noticias Sputnik y Europa Press.
Además, otros corredores humanitarios, según la viceprimera ministro, se abrieron de Severodonetsk, Lisichansk, Popasnaya, Rubezhnoe y de la localidad de Gorskoe a Bahmut.
Todos los corredores está localizados en el sudeste de Ucrania, en la región del Donbass, donde se aguarda una intensificación de las hostilidades por parte de las fuerzas invasoras, ya que el objetivo del gobierno de Putin es liberar aquella zona, donde denunció crímenes de guerra contra dos provincias rusoparlantes de 2015 hasta el presente por parte de las autoridades ucranianas.
La operación se implementó bajo la justificación de que el Gobierno de Kiev venía cometiendo crímenes contra los habitantes de las provincias rusoparlantes, Lugansk y Donetsk, en el Donbass, a las que, previamente, Moscú había reconocido como Estados independientes.
El reclamo del Kremlin incluye la violación por parte de Ucrania de los Acuerdos de Paz de Minsk, de 2014 y 2015, que obligaban a Kiev a darle a las dos provincias, que en sendos referendos votaron por separarse de Ucrania, autonomía y posibilidades de elegir sus propias autoridades regionales.